
Pandemia,
coronavirus, fallecidos, palabras crueles que resuenan fríamente en medios y
redes últimamente. Diversas teorías conspirativas han surgido en torno al
virus; algunos señalan su origen en un laboratorio como arma biológica, otros
sostienen que brotó naturalmente por el consumo de animales silvestres mutando
al organismo humano, se ha dicho que es una estrategia económica, también que
es método de control social, entre otros alegatos. Lo cierto es que: países se
incriminan unos a otros, políticos asumen controles diferentes de acuerdo a su
ideología, médicos opinan contrariamente y se viraliza una caótica
desinformación causando así pánico y confusión.
¡Quédate
en casa! ya parece un slogan, suena insistentemente, supone la contención más
inmediata a la trágica curva de contagios. La cuarentena se prolonga, se
insiste en el distanciamiento social y se asegura que se extreman las medidas,
procurando la salud colectiva. Sin embargo, conviene revisar qué tan saludable
resulta para nuestro bienestar mental, alejarnos del quehacer, de la sociedad y
la acción. También conviene considerar el hecho de que para algunos es más
difícil que para otros, por todas las implicaciones personales, sociales y
económicas que conlleva el confinamiento.
Se
llena uno de interrogantes ¿Qué hacer?, ¿Qué pensar?, ¿Qué creer?, ¿Cómo
explicárselo a los niños? y ¿Cómo apoyar a nuestros adultos mayores? Va
intuyendo uno que la humanidad requiere inteligencia emocional como nunca
antes. Toca manejar la emocionalidad, lo válido del miedo, lo pertinente de la
incertidumbre y resolver lo urgente. Pero también dar paso a la paciencia, al
diálogo, al entendimiento del proceso propio y del estatus del otro, en lo
individual y en lo colectivo. Habría que dosificar el acceso a la información,
dar paso a la reflexión y apelar al sentido común. Es tarea personal de cada
cual encontrar en su interior la respuesta para obtener el balance justo, que
nos permita salir de esto equilibrados, al menos cuerdos, si la visión es muy
fatalista.
El
factor económico es fundamental en esta circunstancia, nos han arrinconado a la
artificial dicotomía entre salud y economía. Y vaya que la pandemia aqueja a la
humanidad, igual todavía no sabemos si tanto o más que la debacle económica que
nos hereda. Es algo así como salir de vivos de ésta, a ver qué tanto nos deja
vivir aquella. No soy pesimista, no me agrada la verdad, pero si tú eres como
yo y tratas de planificar tu vida aunque sea un poquito más allá de mañana, son
cosas en las que seguramente ya pensaste. No soy experta en la materia, la economía de
los países se la dejo a sus dirigentes, ya bien sabrán encontrar culpables, así que avoquémonos a la nuestra. Financieramente esto nos
marca, cómo subsistir y producir en la pandemia, es otra interrogante cuya
tarea será contestar, cada uno desde su realidad, sus aspiraciones y su
disposición, cómo sea hay que hacer algo al respecto.
En
esta dosis de realismo, te diré que la verdad a corto plazo el virus, la
pandemia, la cuarentena no van a desaparecer y tendremos que aprender a
convivir con eso. Incluso con el hecho de que se intensifiquen sus
consecuencias en todos los niveles de nuestra sociedad. Así que lo más
conveniente sería flexibilizarnos mentalmente hablando, para adaptarnos y
reinventarnos, cada uno desde su contexto, en su ritmo particular y el
tiempo que le corresponda, sin duda hay que fluir, no estancarnos. Este tiempo
nos da espacio para descansar, recrearnos y es totalmente válido. También para
aprovechar y dar una mirada interna, descubrirnos, autoevaluarnos, reflexionar,
reforzar nuestras capacidades y descubrir habilidades. ¡Es una excelente
oportunidad para transformarnos y crecer! Cómo hacerlo es una respuesta que
solo tú encontrarás, y por aquí apostamos
a que sea para mejor.
Y así es que como malabaristas debemos hacer que todos los aspectos de nuestra «ex» reciente vida cotidiana encajen y además en equilibrio, en lo que significa nuestro caos personal al enfrentarnos a esta nueva realidad impuesta y para completar el reto, exonerada de todo contacto externo, afectivo y fisico, vaya situación la actual! Sin lugar a dudas, es beneficioso que marquemos una posición de autoayuda… no nos juguemos en contra pensando en todo lo negativo, ya con lo que significa esta dura realidad momentánea, es más que suficiente. A amarnos más, incluso… Gracias Roys por compartir tus reflexiones y brindar tu enfoque en este momento. Un abrazo… cuándo pase esto! 🙂
Gracias a ti por leerme y complementarlo con esa reflexión tan acertada. ¡Abrazo!
Flexibilizarnos mentalmente ?
Lindo es leerte ❤
¡Gracias!