Carlos Iván: he aprendido a ser feliz con lo que tengo y con lo que no me hace falta

      Cuatro nombres, los dos primeros por una promesa religiosa y los otros dos por tradición familiar, así lo bautizan: José Gregorio Carlos Iván. Su madre decía que si Bolívar tuvo cinco nombres, su hijo podía tener cuatro. Es hijo de Magally y nativo de Turén. Él se da a conocer como Carlos Iván. Carlos, nombre común en la realeza, proviene del francés y significa fuerte. Iván, nominativo ruso que surge como variante del hebreo Juan, apela a la misericordia y a la bendición de Dios. Le gustan muchísimo las arepas, como sean, fritas, horneadas o asadas, para él son divinas, con queso o carne mechada le encantan. Come de todo, afirma que en su etapa universitaria lo aprendió. De Venezuela extraña a su familia y el Cocosette. Le gusta el número 5 pues nació un 5 de febrero. De los colores resalta: azul y verde, pero el azul le gusta más. A veces el tiempo no le alcanza pero trata de apartar un rato para ver series, le gustan más que las películas. Ahora mismo está viendo Grey’s Anatomy que lo enganchó, aunque es vieja nunca la había visto. También disfruta las series musicales como la de Selena o la de Luis Miguel. Se declara fanático de los ritmos tropicales. El periodismo lo apasiona, es su trabajo y su hobby al mismo tiempo. Siempre que puede prefiere estar en casa. Licenciado en Comunicación Social con maestría en Comunicación Corporativa, tiene experiencia como reportero, redactor, periodista interpretativo, productor audiovisual, asesor comunicacional, creador de contenidos gráficos y publicitarios en Social Media. Emprendió junto a una compañera con noticias digitales en Es Re Viral, tarea que ejerce en paralelo a otras labores comunicacionales en la actualidad. Regularmente es él quien entrevista pero en esta ocasión fue el entrevistado y aquí se reseña todo lo que cuenta sobre su vida personal y trayectoria profesional para Extraordinario Soy.

            El nombre propio encabeza la lista de palabras más agradables que puede uno escuchar, algunos son bautizados por tradición familiar y ciertas designaciones se transmiten generacionalmente, Carlos Iván nos relata el origen de su onomástico.   “Tengo un tío, tío abuelo realmente, a quien no conocí que se llamaba Carlos, era periodista y profesor de Literatura, escribía cuando ni siquiera existían periódicos en Venezuela. Era muy querido, Carlos Gauna, la casa de la cultura de Acarigua lleva su nombre y en Caracas también hay una biblioteca designada en su honor. A él lo mataron saliendo de una reunión con Luis Herrera Campíns, lo iban a nombrar como ministro de cultura. Fue muy conocido en su época, junto a Graterolacho, eran los hijos pródigos de Portuguesa y brillaban en ese entonces. José Gregorio me lo pusieron porque cuando estaba recién nacido me bajó mucho la hemoglobina y mi abuela le hizo una promesa a José Gregorio Hernández para que me recuperara. Iván es una tradición familiar, uno de mis tíos y varios de mis primos llevan el mismo nombre”.  

            Su infancia transcurre en su natal Turén, recuerda claramente su casa y la farmacia de su mamá, lugares donde pasó gran parte de su niñez, también vienen a su memoria rápidamente los estudios, siempre fue muy aplicado y su formación ha sido primordial para él. Igualmente rememora viajes y muchos momentos de compartir, especialmente con su mamá. “Los juegos tradicionales de ese entonces eran: perinola, metra, ludo, monopolio, loco tocado, tenías que correr hacia la taima que le decía uno, tú salías corriendo y si te tocaba el loco, ahora el loco eras tú. Tuve una niñez muy linda, mi mamá pudo darme todo, me dio mucha alegría siempre. Teníamos una relación muy linda, ella era farmacéutico de profesión y también profesora universitaria. Soy hijo único, más que madre e hijo éramos amigos, disfrutamos muchísimo, fui su mayor orgullo y ella fue mi mayor orgullo. Como bailábamos, le encantaba una fiesta, veíamos televisión, comíamos juntos, todo lo hacíamos juntos. Toda mi familia era muy allegada a la salud, eran enfermeros, médicos, tenía un tío abogado, pero siempre vinculados a la salud. Entonces a veces sugerían que tenía que estudiar algo similar o relacionado a la medicina, pero mi mamá siempre me inculcó que hiciera aquello que me hiciera feliz, que eso la iba a hacer feliz a ella. Mientras uno sea feliz haciendo lo que quiere creo que todo está bien”.

            Carlos Iván relata que de adolescente se portaba bien y comparte recuerdos de esa época. “Fui tranquilo en general, por supuesto hubo su etapa de rebeldía más que todo por ir a una fiesta, aunque no era de tomar y tampoco es que me lo prohibían, la verdad no fui demasiado rebelde. La primera vez que fui a una discoteca fue en Acarigua. Me acuerdo especialmente de uno de mis cumpleaños, mi mamá creía que eran mis 15 años o que me iba a casar, algo así, hasta me llevaron a Los Melódicos (risas). Sabes que esas fiestas de antes, allá en Venezuela, eran primero para los niños y después para los adultos, empezaban a las 4 de la tarde y no terminaban hasta amanecer, las hacían en el Club de Turén”.  Carlos se asume bailador y define su gusto musical como tropical, aunque también disfruta de las canciones románticas. “Me gustan el merengue y la salsa, uno iba creciendo con lo que escuchaban los más grandes, en mi familia se escuchaba mucho a la Billo´s y a Los Melódicos. De cantantes me gusta Olga Tañón, Ricardo Montaner, Ricardo Arjona y Guaco, a muchos de ellos los vi en primera fila cuando reporté las ferias de Barquisimeto”.

            De los diciembres de antes añora el compartir familiar, sobre todo el hecho de que estaban todos los tíos vivos y los primos en la edad justa en la que más importa la Navidad. “Nos reuníamos siempre en mi casa, era como la casa materna, yo decía que era la casa del ritmo como dice la canción, llegaban los amigos de mis tíos, los amigos de mi abuela y los de mi mamá. Nos recuerdo haciendo las hallacas, las nuestras eran llaneras pues, las hacíamos con carne, pollo, cochino, alcaparras no, las pasas sí y quedaban sabrosas. En mi infancia estuvieron mis tíos, mi tía Vilma es una tía política pero incluso le digo mamá hoy día por todo su apoyo y cariño, ella sigue allá en Turen. Todos en general en mi familia siempre me apoyaron en todo lo que yo quería hacer”.

            Carlos Iván estudió toda la primaria en el Colegio José Antonio Páez y todo el bachillerato en el Colegio Andrés Bello. Tuvo la dicotomía de estudiar Ingeniería Petrolera o Comunicación Social. “En ese momento estaba saliendo la ley resorte, me preocupaba un poco el ejercicio profesional dadas las condiciones de Venezuela. Presenté en la Universidad del Zulia, fui admitido por ambas carreras, pero terminé estudiando Comunicación Social en la Fermín Toro de Barquisimeto. Viajaba los fines de semana desde Barquisimeto a visitar a la familia a Turén”. Recuerda que fue una época de mucho sacrificio, “vivía en una residencia, fue un proceso acostumbrarme a vivir con otras personas, hacer todo por uno mismo, hice grandes amistades que conservo todavía. Siempre he pensado que las amistades son la familia que uno escoge, tuve muchas amistades, tanto en la universidad como en el trabajo. Tuve grandes amigos de quienes aprendí mucho y les agradezco todos los momentos vividos, viajes, paseos, fiestas y hasta clases de salsa casino. Siempre digo como Roberto Carlos yo quiero tener un millón de amigos”.

            Se graduó de Comunicador Social en el año 2010 en la Universidad Fermín Toro de Barquisimeto. “En sexto semestre entré a Onda La Súper Estación como productor y trabajaba en UFT Televisión que era la televisora de la universidad, donde comencé desde el inicio de la carrera. Hacía pases informativos en vivo con Promar Televisión, e iba escalando, llegué hasta el puesto de ancla. En el octavo semestre empecé  a trabajar con Telecentro, canal regional de Lara”.

            Ha combinado su ejercicio comunicacional con la tarea docente. “Considero que la Educación y la Comunicación Social son dos pilares fundamentales en nuestra vida, si no mantienes una buena comunicación es difícil que te vaya bien en la vida. En cuanto a lo educativo, creo mucho que es algo fundamental, los profesores deberían ser los mejores pagados. Cuando comencé a dar clases, al principio era difícil, pensaba mucho en que tenía el futuro de mis colegas en mis manos, así que lo hice práctico, di como docente lo que a mí me hubiese gustado tener como estudiante. Lamentablemente ambas carreras son muy mal pagadas pero la mejor satisfacción es cuando veo a mis alumnos, ejerciendo, pateando calle, cuando leo sus notas siento orgullo, creo que el futuro de la comunicación tenía mucho potencial allá en Barquisimeto con muchos de los estudiantes que tuve. Bueno, el periodismo en Venezuela cada día es más difícil de ejercer. Aunque aplaudimos de pie a quien se atreve a patear calle, es un gran riesgo ejercer en dictadura y lo vimos recientemente con el embargo a El Nacional. También hay que hacer un esfuerzo en las aulas de clases que deben convertirse en salas de redacción pero cada día es más difícil el reto por las dificultades que hay en el país. Sin lugar a dudas, el periodismo hoy día se enfrenta a la era digital y es hacia allá donde debemos enfocarnos, hacer cada día un mejor trabajo porque la competencia es mayor, incluso con el llamado periodismo ciudadano”.

            Repasa su trayectoria profesional. “Mientras estaba en El Impulso y en TV Venezuela, hacía radio, me casé con Onda la súper estación, estuve muchos años allí, hice distintos programas, ya el ultimo era como que trífido que hicimos, era con 2 periodistas que eran muy jodedores y yo era la parte seria, englobábamos muy bien esto y el programa fue muy exitoso, pero por tema tiempo y el inicio de las protestas en Venezuela en el año 2017 decidimos finalizarlo. La radio siempre ha estado muy presente en mí, recuerdo que el curso de locución fue muy anecdótico, mi mamá se enfermó en ese momento, me acuerdo de haber recibido muy buenas clases y además mucha motivación para continuar y seguir adelante. Gracias a Dios que he tenido la oportunidad de ejercer tanto en radio, como prensa escrita y televisión, así como en los medios digitales, fui director del Periódico de Lara una página Web de allá, estuve de reportero en otros portales, como es elestímulo.com. Posteriormente hice vida laboral en algunas instituciones públicas. En este trayecto comencé a cubrir las vacaciones de la corresponsalía de Globovisión en Lara, cuando había elecciones o algún evento especial, me contrataban como corresponsal de Yaracuy. Así que durante este tiempo estuve alternando todo esto, también hice en radio programas de opinión. Pasé luego a la corresponsalía en Lara de lo que fue RCTV Internacional, pero fue muy poco tiempo, 2 meses aproximadamente porque ya estaban cerrando el canal”.

            “En ese momento la oficina de RCTV Internacional quedaba en el diario El Impulso, así que hablé con algunos contactos que tenía allí y me ofrecieron entrar a la revista Gala. Empecé a hacer algo totalmente distinto, la fuente de Sociales, después de escribir para televisión o hablar en la radio acerca de política o de sucesos, pasé a describir, fiestas, vestidos de novias o quinceañeras, también a hacer entrevistas a artistas, fue un reto profesional, fue un lado que no conocía de mí. Me costó un poco al principio, luego empecé a dominarlo, a hacer cosas de salud y belleza, hacíamos especiales, de carnavales, que sé yo, algo totalmente diferente. Estuve alrededor de un año y posteriormente me ofrecieron la fuente de sucesos del diario El Impulso, que es el principal del centro occidente del país y el más longevo de Venezuela, así que aproveché para hacer esta fuente de Sucesos que me gustaba muchísimo, ya la había hecho en Telecentro donde estuve alrededor de cuatro años, fue digamos que mi graduación de periodista porque allí viví experiencias inolvidables. Me tocó desde estar en medio de una balacera, hasta presenciar el rescate de algún secuestro o cuando capturaban a gente que extorsionaba, un sinfín de experiencias que viví en este reporteril, que además me hizo acreedor de muchísimos premios en el área de sucesos. En 2015 TV Venezuela me ofreció ser reportero de Lara, era un reto muy grande porque era un canal internacional, tenía que aprender a redactar para un canal hispano en Estados Unidos, pero asumí el reto de igual manera, estuve hasta el 2018 allí que fue cuando me vine a Argentina. Sigo con TV Venezuela también que ahora somos TVV Noticias y acá emprendí con Es Re Viral que ha sido una especie de voz para los venezolanos aquí”.

            “Del periodismo me gusta la generación de contenidos y las coberturas.  Siempre se me han dado muchas oportunidades en el ámbito profesional, gracias a Dios, ahora me encuentro en Argentina experimentando cosas nuevas, aquí surgió Es Re Viral que ha permitido ayudar a muchos venezolanos. Fue un proyecto que inicié con Andreina Pacheco, ella es de Turén, desde niños soñamos con tener un programa de radio juntos. Cuando llegué aquí nos reencontramos y dijimos algo tenemos que hacer, comenzamos con el programa de radio, pero luego decidimos manejarnos con las noticias por Instagram, eso fue hace 2 años y posteriormente implementamos la Web, desde hace un año ya”.

            Reflexiona sobre su proceso migratorio. “A Argentina me vine en el 2018, ya había venido de vacaciones en 2014 y siempre me gustó Europa, acá me parecía muy similar, también que la crisis en Venezuela estaba fuerte como nos pasó a todos, además había mucha persecución al ejercicio periodístico. Al principio me costó estar lejos de mi familia, pero aquí he logrado cosas que quizás en Venezuela no hubiese tenido la oportunidad de hacer. Nació de esa necesidad de emprender en algo propio, cuando estás cómodo en un sitio, no tienes necesidad de nada, no vas a emprender. Hoy en día la comunicación es digital y ahí vi una oportunidad, han sido dos años de alegrías y tristezas, hay días en los que decaes pero siempre te levantas. Me vine con un amigo que es Psicólogo, ha sido de gran ayuda tenerlo al lado cuando decaigo, en mi caso contar con él ha sido una bendición. De Argentina me encanta el clima, esto de vivir las cuatro estaciones que no pasaba en Venezuela, me encanta su gente y su cultura. También ayuda que ha sido una migración excelente de venezolanos la que ha llegado a Argentina y hemos sido recibidos de la misma manera. Agradezco la oportunidad que tengo de vivir aquí”.            

            Somos por mucho lo que otros expresan de nosotros pero la principal construcción de lo que uno es, surge de la percepción propia, le solicito a Carlos Iván que se describa y me contesta: “me describo como un periodista apasionado, exitoso que ha logrado lo que se ha propuesto. También como una persona sencilla, me gusta colaborar, esto ha sido lo mejor de Es Re Viral al ayudar a personas para que se les cumpla lo que necesitan, cuando empezó la pandemia hubo personas necesitadas de alimentos, claro eso no lo hacemos solos, pero somos un canal de la comunidad, para dar a conocer las necesidades, desde cosas como que se pierda un DNI hasta ayudas como la que le dimos a Milagros, a los venezolanos varados, por poner ejemplos, así a muchas personas, no llevamos la cuenta pero son muchos a los que hemos ayudado. Más allá de la labor periodística hay una labor humanitaria que para mí es la parte más bonita de todo esto”.

            La vida le ha permitido consolidar grandes lecciones. “He aprendido a ser feliz con lo que tengo y con lo que no me hace falta, incluso con los que no están, como mi mamá que ya no está conmigo, la felicidad es día a día, así que trato de ser feliz con lo que tengo. He aprendido a ser humilde, a tratar bien a todas las personas, nadie es más que nadie, hay una cosa cuando eres periodista, puedes desayunar con un presidente y al final del día te devuelves a tu casa en un bondi, me ha tocado estar en un almuerzo presidencial con Macri y Bolsonaro, luego ese mismo día estoy cenando con un alguna persona humilde que necesita ayuda”. A Carlos Iván le gustaría ser recordado cuando ya no esté como un periodista que ayudó a mucha gente, “me gustaría que recuerden que siempre estuve para ayudar a quien me necesitó o a quien buscó ayuda en mí. Que me recuerden con mucha alegría y música, nada de tristeza”. Desde acá le agradezco su tiempo, su atención y el hecho de contarnos su historia. Fue agradable la entrevista, conocerlo como entrevistado ya que siempre lo leo como periodista, apuesto porque este breve reflejo de su camino contribuya a perpetuar su gestión humana y profesional. Ha sido un gusto reseñarlo y que se sume a nuestra lista de gente grandiosa que puede afirmar: Extraordinario Soy.