Raymar Zuliet: sigue intentándolo una y otra vez hasta que lo logres, no te des por vencido

Raymar es noble, buena gente, dispuesta, tranquila, colaboradora, cariñosa y un excelente ser humano. Su escucha atenta, su charla puntual y bastante amena. Tiene el cabello abundante, rizado y bonito, tanto que debería exhibirlo más pero mayormente lo usa recogido. Es sencilla, no es de maquillarse a diario, pero sabe emperifollarse bien cuando corresponde. Le encanta entaconarse los 31 de diciembre y acostumbra ponerse un vestido bien elegante. Es del tipo de persona que hace trabajo de hormiguita, sin ruido ni afán, pero como hace, lo que colabora y ayuda es demasiado. Es guaireña aunque no lo parezca en absoluto. Tiene un bonito vínculo de vida y familia con Maracay. Raymar es una combinación de Ramón y Marisol, sus padres.  Zuliet al parecer fue una sugerencia de su bisabuela materna a su mamá. Zuliet podría ser una variante de Yuliet que a su vez deriva de Juliette cuyo significado es la que es fuerte de raíz. Ray, así le decimos quienes la queremos, es friolenta, le encanta dormir, ver series y es fanática de las películas, es raro que se hable de alguna que ella no haya visto ya. Es docente aunque quería ser psicóloga pero asegura que estudiando educación se enamoró de su carrera. No le gustan las películas de terror. Su mayor miedo era la pérdida de un ser querido y hoy por hoy es algo que ha vivido en carne propia pero que día a día supera siguiendo adelante con la fe en Dios. La hace feliz ver bien a su familia, que sus hermanas, sobrina, amigos, tías y primas sean felices por eso siempre pide por su salud y bienestar. Hoy cumple 33, años en los que ha caminado con la tranquilidad que da ser una persona de buen corazón, eso amerita ser contado. Feliz cumpleaños para ella con los mejores deseos de todos nosotros a quienes nos da gusto escribirla y leerla.

De la comida afirma que le gusta todo, la verdad le encanta la comida pero particularmente el pollo. “Puedes cocinarlo de todas las formas que quieras, le das el sabor que tú prefieras y eso me encanta”. Cree que el viernes es el día que más le gusta “terminamos toda la jornada de trabajo y viene el descanso del fin de semana”. De los números le gustan 5, 8 y 15, en cuanto a colores diría que el blanco porque representa pureza, y el rosado pues siempre tiene algo rosado. El amor para ella es algo súper especial, no es de andar abrazando y besando pero siempre le ha gustado demostrarlo atendiendo a esa persona a quien ama y el saber que está bien atendida le satisface. Cree que la muerte es parte de la vida “en ocasiones nos asusta pero sucede inevitablemente, el que se queda es quien debe lidiar con la perdida. Duele un montón cuando es un ser tan cercano”.  Se admite miedosa pero a la vez atrevida. “Me fui a Acarigua sola a los 19 años, me fui a Cartagena sola, me gusta viajar aunque sea sin conocer mucho previamente. Me dan pánico las camioneticas de pasajeros por los malandros, pero cuando se me pasa el ataque, me vacilo mi viaje. Analizo mucho las cosas, pero cuando me decido me lanzo sin miedo a nada”.

Reseña su trayectoria en sus propias palabras: “nací el 10 de marzo de 1988 en La Guaira, en ese momento era municipio La Guaira. Allí trabajaba mi mamá como enfermera, ella misma me contó que se las vio muy mal el día que me dio a luz, estaba perdiendo líquido amniótico y necesitaban sacarme con rapidez. Después de eso, a mí me dieron de alta primero que a mi mamá porque ella se vio muy mal pues, entonces estuve 20 días con mi abuela Juanita y mi tía Carmen, ellas fueron como mis segundas madres en ese momento. Recuerdo mucho que mi mamá como era enfermera trabajaba mucho, desde que tengo uso de razón ella trabajaba de noche y me dejaba con mis tías, bueno con mi tía Carmen específicamente”.

“Yo de niña era súper tranquila, contaba mi abuelita Juanita que me ponía al frente del televisor a ver novelas y me quedaba tranquilita. Era estudiosa. También me decían piernas locas, usaba botas ortopédicas y siempre me caía. Se corrigió el desperfecto en los pies aunque todavía a veces me caigo, déficit de atención al caminar será. Frecuentemente participé en concursos para la reina de la escuela, pero siempre ganaba otra, yo lloraba y entonces mi papá una vez en unos carnavales, éramos nuevos en la cuadra me acuerdo, se dispuso a  hacer la tarima y me nombró reina de la cuadra, algunos vecinos se molestaron, pero luego se entusiasmaron con la idea de elegir la reina. Luego, le pasé la corona a Camarsi y a su vez a Bárbara. Disfrutamos mucho eso. Mis padres eran geniales de verdad”.

“Mi niñez fue espectacular, recuerdo mucho los diciembres, siempre recibía muchos regalos, eran muy alegres pues, estar en La Guaira y en familia. Mi tía Carmen siempre estaba pendiente de mí cuando mi mamá salía a trabajar  y a veces la acompañaba a sus fiestas, por eso me gusta mucho la música digamos tipo vieja como Las Chicas del Can, Los Terrícolas y demasiadas canciones de esa época. Después está la etapa donde aparece mi papá, me recuerdo que le decía tío porque todos mis primos aquí en Maracay le decían tío Carlos y entonces yo también le decía así. Estuve siempre entre Maracay y La Guaira, viajaba constantemente porque mi papá era de aquí de Maracay y mi mamá de allá de La Guaira y todavía no teníamos esa estabilidad pues, después nació Camarsi, mi hermana. En ese momento mis padres deciden casarse y a partir de ese matrimonio es que yo comienzo a decirle papá a él como tal, recuerdo que me preguntó que cuándo le iba a decir papá, a lo que yo respondí que cuando se casara con mi mamá yo le empezaba decir papá y así lo hicimos”.

“Luego llegó Bárbara y en ese momento creo que mi papá y mi mamá  como que empezaron a buscar como una casa propia para estar todos juntos, vivimos alquilados varias veces y bueno conseguimos una casa y la compraron. Los recuerdos con mis hermanas y mis papás son maravillosos, eran muy buena gente, muy buenos mi papá y mi mamá, muy atentos con nosotras tres, siempre estaban pendientes de cada una en los estudios, en la parte material también y siempre salíamos juntos de viajes. Aunque mi mamá trabajaba mucho siempre sacaba un tiempo para estar juntos y de verdad para mí era muy muy lindo ese compartir”.

“En cuanto a lo académico yo siempre fui muy aplicada y muy tranquila, mi mamá y mi papá no tenían nada que complicarse conmigo con respecto a comportamiento ni para hacer las tareas a menos que fuesen manualidades, de todo lo demás me encargaba yo, exposiciones, trabajos  y todo eso lo hacía sola desde que tengo uso de razón. Recuerdo que mi papá era muy exigente con respecto a las calificaciones cuando yo estaba en el liceo, 15 puntos para él no era buena nota y entonces tenía que esforzarme, además me decía que era la hermana mayor y tenía que dar el ejemplo”.

“Cuando fue el momento de la universidad empecé a interesarme mucho por Psicología, recuerdo muy bien que presenté en la Universidad Central de Venezuela y no quedé. Entonces una amiga me invitó a presentar en el Pedagógico de Caracas aunque mi papá y mi mamá me estaban apoyando para venirme a Maracay a estudiar en la Universidad Bicentenaria de Aragua que es privada. Justamente cuando ya estaba todo listo para venirme, una amiga me comentó que había quedado en el Pedagógico de Caracas y bueno yo sopesé mucho la situación porque era un esfuerzo que iban a tener que hacer mis padres para que yo me viniera a estudiar a Maracay y bueno me había ganado ese cupo en el Pedagógico en Educación Integral que también era bastante complicado entrar.  Así que me quedé allí, no voy a mentir me costó muchísimo agarrarle amor a la carrera, es más en ese   segundo semestre intenté otra vez presentar en la central y no quedé entonces decidí dejarlo así y me esforcé como siempre en mis estudios y ser la mejor en dar el ejemplo. Hasta que le agarré amor a la carrera de educación, eso fue como en el sexto semestre. Siempre tuve buenas calificaciones en el colegio y en la universidad y hoy en día me gusta mucho dar clases”.

“Cuando estoy a punto de graduarme me ofrecen un trabajo en una escuela privada y empiezo a dar clases, justamente cuando comienzo muere mi papá, fue una etapa bastante fuerte para mí, era la primera muerte tan cercana que experimentaba y me cambió la vida por completo a mí, a mis hermanas y a mi mamá obviamente. Tuve que asumir muchas cosas con respecto a la responsabilidad de la casa, ayudar a mi mamá a tratar de salir de esa depresión que le tocó vivir que no le fue fácil. Luego llegó una etapa de experimentar, de tratar de independizarme, durante ese tiempo viajé y viví en otros sitios, estuve entre Caracas y Maracay, luego en Cartagena de Indias, después Caracas nuevamente y ahora estoy en Maracay. Siento que han sido muy buenas experiencias, gracias a eso he crecido como persona y tengo muy claro que es lo que quiero en este momento de mi vida”.

“Uno de los acontecimientos más relevantes de mi historia fue perder a mi mamá, murió hace más de dos años. Esa es otra pérdida bastante fuerte para mí y que me tocó muy duro el proceso de aceptarlo, fue cuando decidí irme a Cartagena, que tú me recibiste allá y pude darme mi tiempo, estar sola y como que conectar nuevamente con las cosas de la vida pues porque luego la partida mi mamá yo sentí que me quedé como perdida en un limbo. Cartagena para mí fue un agua fresca, ente la pérdida que había sufrido y conocerme a mí misma, pero siempre extrañé A Venezuela. Por eso regreso, nada como estar en mi país. Ahora mismo vivo en Maracay y me dedico a dar clases particulares, dada la circunstancia de la pandemia que no están recibiendo clases presenciales, entonces los niños necesitan como esa mediación para entender mejor los contenidos y las asignaciones”.

En al ámbito familiar Raymar disfrutó del amor de su familia y sus padres, nació de una madre esforzada, valiente y luchadora. Tuvo la bendición de tener dos padres, quien la engendró y quien la crió, con uno compartió en la infancia, adolescencia y juventud, con el otro más en su vida adulta. Son dos amores diferentes que han servido de acompañamiento en su camino, ambos representan un vínculo importante en su vida. Agradece el hecho de poder conectar con ambos. “Son diferentes relaciones en distintas etapas de la vida, al principio estuvo mi papá, un gran hombre, quien me crió y me formó, gracias a él estoy donde estoy. Luego en mi vida adulta Tadeo ha servido de acompañamiento, he conseguido en él un amigo con quien conversar sin pena, es algo mucho más relajado no sé si tendría esas mismas conversaciones con mi papá. También entiendo que tenemos cierto parecido en el carácter, aunque yo soy muy tranquila y parece que somos diferentes, a veces tengo formas de reaccionar similares a Tadeo. En cuanto a mis padres son muchos recuerdos, con mi mamá principalmente cuando era pequeña y estábamos acostadas en la cama. Cuando me levantaba de madrugada  y me llevaba al preescolar, quedaba al lado del hospital donde trabajaba ella. Me bañaba con agua calientita y me vestía muchas veces estando dormida todavía. De mi papá, recuerdo que era un hombre de hogar, me enseñó a cocinar, a cuidar a mi mamá, fueron muchos aprendizajes que me dejó. Era exigente con las notas,  era un hombre familiar,  te podía hacer la comida y servírtela, le gustaba que todo el que pisara la casa se sintiera bien atendido. Fue en un gran papá. Perderlos a los dos es algo que no he superado, pero ya entiendo que le puede pasar a cualquiera en cualquier etapa de tu vida. Siempre me duele, pero aprendo a vivir con ello”.

 “Analizando mi vida pienso que como que siempre ha habido un poco de drama, desde el principio con el tema de mi concepción ya que tengo un padre biológico con el cual contacté después de la muerte de mi papá y así reconecté con toda mi familia por parte de papá biológico. Eso ha sido bueno en varios sentidos porque logras conocer de dónde vienes realmente, esa cierta parte que no conocías de tu vida antes y que ahora es bueno saber siendo adulta, lo asumes desde otra perspectiva. Tengo muchas tías a quienes quiero mucho, de La Guaira y de aquí de Maracay que han sido parte fundamental en este proceso de vida. Creo que el mayor aprendizaje que he tenido hasta ahora ha sido la pérdida de mis padres, perder alguien tan querido en tu vida y es que nunca te enseñan a cómo llevar dicha perdida, así que aprendes a hacerlo tú mismo. Creo firmemente que Dios me ha acompañado en todo momento en ese aprendizaje de vida,  creo que ha sido así como la  fuerza para seguir luchando, para estar aquí y seguir adelante. Diría que mi lema de vida ahora  es sigue intentándolo una y otra vez hasta que lo logres, no te des por vencido”.

Sus hermanas la reseñan cariñosamente:

Camarsi: “muchas personas dicen que de los consejos no se aprende pero Raymar siempre ha estado ahí para darme buenos consejos. Nos acompaña en todo y nos dice que se debe hacer. Ha sido la hermana fuerte pues ha estado ahí cuando falleció mi papá y cuando falleció mi mamá, yo estaba perdida, me perdí pues, no sabía cómo reaccionar, no sabía qué hacer y simplemente estaba detrás de ella y de Bárbara. Raymar se sentó y habló conmigo, siento que tuvo las palabras para ayudarme a abrir los ojos. Siempre tiene las palabras para ayudarte a despertar, para decir mira estás haciendo esto mal y su apoyo es incondicional. Para mí siempre ha sido ese pilar, un pilar fuerte, una columna que nadie puede romper. Sé que ella se pregunta por qué tiene que ser la columna fuerte, por qué nosotras no podemos ser también unas columnas, nos dice por qué no se pueden poner los pantalones y seguir como lo hago yo, pero creo que Dios siempre tiene una función en cada persona pues y a lo mejor a ella le dio esa función de ser el pilar de esta familia. Una familia que ha llevado muchos golpes, traspiés y que se ha caído, pero siempre ella ha estado ahí para sostenernos, yo lo siento así. No es una hermana amorosa de abrazar y besar, de demostrar sus sentimientos y está bien, así es Raymar. Me ha defendido y es increíble tener una hermana que te apoye, que salga por ti, que dé la cara y que sepa que tiene que estar ahí. Siento que ella es una maravillosa y grandiosa mujer que Dios nos mandó, le doy gracias a Dios todos los días por tenerla. Siento que si ella no está aquí pendiente entonces nosotros nos derrumbamos, necesitamos esas palabras de ellas ya sean fuertes, ya sean regañándonos, dándonos consejos o hablando normalmente entre hermanas no sabemos por qué exactamente pero necesitamos su opinión. Sé que ser pilar tal vez es una carga para ella, pero es quien mejor lo puede hacer, yo no puedo, soy fuerte y como médico tengo que tener esa fuerza, pero ella tiene esa fortaleza de familia, como que no voy a dejar que te derrumbes. Sé que es fuerte ahorita que está pasando por su proceso con la tensión, eso tenemos que verlo nosotros porque un pilar a veces se agrieta un poco también, pero sé que es una mujer fuerte y que va a salir bien de eso.  Todos los días le pido a Dios que no me deje a mi pilar romperse en ningún momento, tal vez se dice que tú no puedes necesitar de nadie pero yo necesito ese pilar aquí en mi vida, es mi hermana y de verdad es algo increíble todas las cosas que ha hecho por mí. En bachillerato cuando no había terminado mi tesis estaba estresada y Raymar me dijo te voy a ayudar. Por mi parte ante tanta presión me derrumbo y ella vuelve a subirme. Creo que fue hecha con lo mejor que tenía Dios en sus manos, de verdad estoy muy agradecida con Dios y con mi mamá por haberme dado una hermana como ella”.

Bárbara: “Raymar para mí es la hermana mayor ejemplar que muchos padres desean para sus hijos,  cumplió su rol para con nosotras, siempre al cuidado, en los estudios, como ser humano y mucho más. Ciertamente es excesivamente estricta pero así es ella, eso es lo que la caracteriza como una excelente hermana mayor, aunque a veces la llamemos fastidiosa, exagerada y más, pero sabemos que tiene razón. Es mi hermana aunque personalmente desde pequeña nunca nos llevábamos bien del todo, ella era muy madura y yo inmadura, yo tengo mi carácter y ella también, pero hoy en día sé que cada cosa que nos dice aunque no nos guste, es por nuestro bien. El recuerdo más bonito y significativo para mí con mi hermana, es el día que me tocó dar a luz aunque no estuvo conmigo como tal pero si se mantuvo muy al pendiente, supe que cuando le dijeron que ya me habían hecho la cesárea lloró de alegría por mi hija y por mí. Al día siguiente estuvo conmigo y me cuidó como lo hubiese hecho mi mamá, recuerdo que se quedaba despierta con la bebé para que yo durmiera, me decía descansa yo estoy pendiente y se quedaba paseando a Alexa recién nacida por toda la habitación. Estuvo conmigo esos días que necesité apoyo, no dormíamos de noche yo dándole de comer Alexa y ella sin poder dormir vigilándola, éramos 3 ignorantes en el tema de la maternidad, pero esos primeros días fueron de aprendizaje y esos días entendí que mi hermana mayor supo cumplir su rol. Sé que tenemos defectos pero esos días marcaron mi vida, sé que Dios nos bendijo con una hermosa familia a pesar de todo, que mis padres nos criaron muy bien y hoy en día cuando necesito un consejo solo pienso en decirle a ella. Le deseo de todo corazón que encuentre un amor bonito que le enseñé, que cumpla todo lo que siempre soñó desde niña, que sea muy, muy feliz, se lo merece por infinitas razones y la admiro por tanto, por ser tan fuerte, por ser tan valiente e inteligente”.

            Nosotros su familia de la vida también la contamos con mucho amor:

Carlos: “Raymar es una persona de bendición para mí, estamos agradecidos con el Señor por ella. La verdad es que la primera vez que se fue a Maracay la extrañé mucho porque bueno estábamos nada más los tres en casa, América, ella y yo, después de la pandemia cuando Rosmery se fue a Chacao. Creamos una amistad y un compañerismo muy bendecido. Realmente es muy paciente, yo diría que mucho. Siempre tengo el recuerdo de ella diciéndome: señor Carlos quédese tranquilo. La bendigo y deseo que tenga un feliz cumpleaños, que Dios la bendiga rica y poderosamente. Deseo que Dios cumpla su propósito en ella y que pueda alcanzar sus sueños y sus metas, que tenga mucha salud y que se case pronto”.

América: “la describo como una persona noble, muy colaboradora, buena amiga y buena hija, es un poco miedosa, tranquila y trabajadora aunque bella durmiente. Un recuerdo juntas fue cuando fuimos a Brasil, también en La Guaira una vez que fuimos a la playa, Roys, Rosme y Ray se lanzaron al agua por donde estaban unos botes y  cuando se lanzó ella fue muy cómico como cayó. Recientemente la extraño como también extraño a mis hijas, porque cuando ya ellas no estaban, Ray siempre me acompañaba para el mercado y la frutería y  siempre conversábamos de la escuela, de las cosas que le pasaban y bueno es una grata compañía. Es una hija más, es parte de nuestra familia y lo seguirá siendo. De vez en cuando hablamos por notas de voz  yo se las dejo, ella me las deja y así estamos en contacto. Deseo que este nuevo año de vida  sea de crecimiento en lo personal, en cuanto a metas, logros  y sobre todo que se deje guiar por Dios para que en todo lo que emprenda le vaya bien”.

Rosmery: “Raymar es una persona fiel, colaboradora y dispuesta. Duerme como si no hubiera mañana. Le gusta leer novelas y ver películas  románticas, la música en inglés, los dulces y las frituras. Es una amiga de esas que sabes que estarán presentes si o si; que te acompaña en las buenas y las malas. Es buena para escuchar. Tengo muchos recuerdos con ella. No se me viene uno exacto a la mente; muchos viajes, muchas comidas, muchas noches de hablar hasta quedarnos dormidas, de reírnos, de llorar. Es una hermana para mí; creo que así no puedes definir recuerdos vagos o anecdóticos. Parece una vida completa para recordar. La amo, la quiero. Es una persona importante para mí. Es especial. Deseo que sea feliz, que todos sus caminos la lleven siempre a la felicidad y a ser ella misma”.

Roysbel: A Raymar la conocí en el 2005 cuando comenzamos a estudiar en el IPC, recuerdo el primer trabajo que hicimos juntas, era de Filosofía, una materia que nos dictó el profesor Carlos Rada, en el equipo estábamos Daniela, Isis, Rosmery, ella y yo. Me acuerdo que fuimos a leernos una guía en el jardín del cafetín del pueblo y a preparar todo. Sin sospechar en ese entonces que a Rosme y a mí se nos unía una hermana de la vida. Después de ese, creo que hicimos todos los trabajos juntas incluyendo la tesis que se trató de estrategias de enseñanza y aprendizaje basadas en reutilización, reciclaje y reusar, tres palabras que inician por R y se conocen en ese ámbito como las 3 R. Justamente nosotras también éramos tres cuya inicial del  nombre es la R, así que nos bautizaron así, algún profesor me parece y a nosotras nos gustó, tanto que así bautizamos el infaltable grupito de WhatsApp en cualquier trio de amigas: 3R´s.

            Mientras estudié en el IPC me operaron de apendicitis, mi reposo justo cayó en algún feriado que no logró recordar, el hecho es que Raymar se ofreció a acompañarme esos días, vimos un montón de películas de princesas de Disney juntas (risas). Algo que recuerdo especialmente es que uno de esos días fuimos con mi papá y mi mamá a un evento cristiano en Maracay, el pastor que presidía, en un momento de la ministración nos llamó a las 2 y me dijo que Dios la había traído a ella a mi vida para que fuese un pilar en mi ministerio, son palabras que siempre llevo presente en mi mente y corazón, así como oro que Dios cumpla su voluntad en mí pido que su propósito se realice en ella, y que ambas seamos capaces de conquistar todo aquello que en su amor Él dispuso para nosotras. Tengo mucha esperanza en todo lo que podemos lograr y en ese sentido aprovecho para agradecerle públicamente toda su valiosa labor para Info Ciudadano Solidario. Ray escribe guiones para los reportes semanales de cada domingo y a diario monta el video que publicamos, eso es de mucho valor y aporte para la misión que llevamos a cabo como equipo en pro de nuestra amada Venezuela. “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos”. Gálatas 6:9.

Recuerdo un diciembre en un arranque por cualquier discusión adolescente con mi papá me fui a su casa un par de días, aunque apenas iniciaba nuestra amistad. Conocí a sus padres, hermanas y a muchos de sus familiares pues todos siempre han vivido cerca. Me acuerdo que fuimos a la playa y su mamá nos compró una comida china que estaba demasiado sabrosa. En esa ocasión me contó su historia de vida, sentadas en la arena frente al Mar Caribe, cuando pongo ese recuerdo en estas precisas palabras me parece que es con el tiempo que uno logra valorarlo en su justa dimensión. Aprovecho para agradecerle todas las veces que me acompañó aunque ella no es tan amante de la playa como yo., por todas las fiestas, comidas, charlas y momentos en mi Guaira querida, por esa receta del señor Carlos de echarle hierbabuena a la sopa, por prestarme aquellas sandalias de corcho que se rompieron el mismo día y por siempre abrirnos las puertas de su casa y de su corazón. Amiga gracias por llevarme a aquel paseo a Ocumare de la Costa, por las rumbas en Caracas o Maracay, por irte conmigo a Cartagena, por resolverme transferencias que a veces necesito urgentemente, por las comidas, por las salidas, por esa amiga que absolutamente todas mis demás amigas conocen, por todo y por tanto: ¡Gracias!

Ray y yo viajamos juntas dentro y fuera de Venezuela, hemos salido, ido, venido, rumbeado, compartido, reído y llorado juntas, como corresponde a las buenas amigas de la vida. Recuerdo cuando su papá partió estaba en casa y justo estaba junto a ella cuando recibió la noticia. Cuando le tocó a su mamá ya yo no vivía en Venezuela, en ambos casos me entristeció mucho y sentí su dolor, creo que son pérdidas irreparables. Sus padres gente buena y alegre que hicieron de ella una bendición para nuestras vidas, por eso Rosmery y yo no tenemos reparo en recibirla como hermana y nos alegra saber que nuestros padres la quieren como a una hija. Ella es como un equilibrio entre las dos, sabe ser hermana y amiga, dejándonos nuestro espacio para ser hermanas y amigas también. Estoy segura que estarían muy orgullosos de lo que eres hoy Carlos y Marisol.

            Feliz Cumpleaños mi amada Ray, ya hace rato que no compartimos este día juntas, cada una va siguiendo su camino, trazando su propia ruta y alcanzando lo que se propone, eso nos aleja físicamente pero lo que no se muda es el amor, ese bonito que nos unirá por siempre en una amistad que es de corazón a corazón. Te agradezco todo, tu simpatía, amor, presencia, apoyo, complicidad y permanencia, sé que eres de las amigas que llegaron para quedarse y no irse más. Pocas personas me conocen en la vida como tú, te sabes mis luces y mis sombras y me sigues queriendo, y yo no puedo sino dar gracias a Dios por eso. Te deseo salud, amor, abundancia y sobre todo esperanza porque es ese destello que nos ilumina el camino. ¡Te amo y te bendigo! 

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