Doris Margarita: la biblia dice que venzas con el bien el mal

     Doris Margarita Carrasquel, así se presenta ella, siempre usando sus 2 nombres y su apellido. Es risueña y peleona, manifiesta un carácter con un particular contrasentido, con  la misma facilidad que se ríe de todo también se enoja por cualquier cosita. Tiene una memoria increíble, capaz de recordar lugares y fechas, también a muchas personas a quienes por cierto refiere con nombres y apellidos. Es conversadora, a veces monotemática, le gusta dar detalles de cada situación. Es atareada con su aseo personal y con la limpieza en general. Le encanta el café, siempre dice para colar un guayoyito. No se pela un cumpleaños y siempre quiere otro pedacito de torta. Le gustan las galletas de soda, las Club Social, la malta y el pan de leche. Tiene poquito cabello y siempre lo usa cortito, se lo arregla con  la crema de peinar Every Night, esa es la que más le gusta. Se comunica con notas para pedir alguna cosa que quiere, si le da vergüenza o le molesta decirte algo te lo escribe, conserva una letra grande y un tanto infantil. Cuando digo que es especial realmente lo es, no hay una sincronía absoluta entre su desarrollo físico y mental, ahora bien es totalmente autónoma, eficiente y capaz, pero su cabeza y corazón funcionan como si se tratara de una niña. Es la hija que más se parece a Úrsula, su madre, quien cuenta que cuando ella nació era rosadita y gordita pues había tomado  bastantes vitaminas durante el embarazo y que le puso Doris porque era el nombre de una muchachita que conoció y le caía bien. Doris significa don o regalo y Margarita quiere decir “Perla” así que su nombre completo  puede interpretarse como un regalo de perla, y es así, quien se permite conocerla, comprenderla y quererla así lo asumirá. Hay que brindarle paciencia y empatía, si lo haces es lo que recibirás de ella, es como un espejo que refleja a los demás lo que absorbe de ellos mismos, parece simple pero a ratos resulta complejo. Le encanta escuchar radio, siempre tiene sintonizada una emisora cristiana. Nos cuenta un poquito de todo en su vida.

            Aunque su primer nombre es Doris todo el mundo le dice Margarita y a veces Margara. Responde a la pregunta de cómo se define a ella misma: “digo que soy buena pero bueno es Dios y él es el único que sabe realmente como soy yo. Siempre que puedo hacer el bien lo hago, así agrado a Dios, todo lo bueno viene de Dios. Yo soy alegre pero cuando no estoy contenta es porque me fastidio y me aburro, me pongo brava a veces cuando no tengo trabajo o si me siento mal. Si no tuviera a Dios, que es lo principal de todo lo que podemos tener en la vida me sentiría triste. Yo soy peleona pero no tanto, el que pelea le da gusto al diablo y no hay que darle gusto, mejor es nombrar a Dios. Yo cuando peleo con los demás le pido perdón a Dios”. Cuando le consulto que le agrada en otras personas me contesta que le gusta la gente que habla cosas buenas, “no hay que hablar cosas malas porque las cosas malas no vienen de Dios”. Dice que le gusta trabajar porque así se consigue la manera de vivir mejor, “la biblia dice que quien no trabaja no coma, igual primeramente hay que darle lugar a Dios antes que a lo material. Soy buena trabajando porque me gusta trabajar, soy responsable y llego a la hora, me gusta tener ingresos para comprar lo que necesito”.

            Ella afirma que le gustan todos los colores pero su preferido es el azul oscuro, de los números dice que elige el que corresponde a la edad que va a cumplir este año, por cierto ya arriba a los 54 años pero igual parece más joven. Siempre dice “wais” como echando broma, le pregunto por qué y responde: “no sé uno repite lo que oye, siempre se lo escuchaba a Raymundo y a todo el mundo y se me pegó”. Tiene temores como todos, dos son notorios, a los perros y a bañarse en el río o en la playa. “Me dan miedo los perros, pero cuando siento miedo oro a Dios que me cuide de que el perro no me muerda. Tampoco me gusta bañarme en lo hondo porque me da miedo”. Ha sido versátil en su formación y en su vida laboral: “una vez hice un curso de elaboración de piñatas, pero nunca lo puse en práctica como para venderlas. También hice un curso de macramé. He trabajado en muchas cosas, en limpieza, cocinando y también he trabajado mucho con la iglesia”. Siempre escucha radio, tiene uno pequeño que carga con ella de la cocina al baño y del cuarto a la sala. “Me gustan todas las emisoras cristianas, me gusta Dinámica, BBN y Radio Tiempo, todas las que hablan de las cosas de Dios me gusta escucharlas”.

            Margarita es de buen comer y también es muy chuchera, le gusta bastante el dulce. “Me acuerdo que de niñas siempre me gustaron las galletas Hony Bran. Me gusta mucho el pan, me gustan todos los panes, el de arequipe y el de mantequilla pero mi favorito es el andino. Me gustan las frutas, los jugos y la leche. A mí me gustan las galletas María, las Club Social, las catalinas, me gusta el papelón, cuando hago guarapo lo endulzo con papelón, es mejor que el azúcar. Me gusta la ensalada de remolacha con zanahoria, y otras ensaladas también, porque me gustan las hortalizas y verduras. De las frutas, la guanábana, la patilla, el melón, la lechosa y el melón que es mi preferido. No soy experta en la cocina pero me sé hacer empanadas fritas, panquecas, me sé hacer arroz y pasta. Me gustan los huevos sean fritos, en tortillas o en perico”.

            Nació el 18 de noviembre de 1967 en la Maternidad Concepción Palacios en Caracas, su ciudad,  de la cual dice que es bien bonita, “lo importante es que la mantengamos así  bonita y limpia y que no la ensuciemos”. Le gustan sus dos nombres pero afirma que Doris le gusta más. Margarita recuerda su infancia: “yo era brincona y traviesa cuando niña, yo corría en la escuela siempre, tanto que me caía y me daba mis buenos golpes. Me acuerdo cuando estudié de 1ro a 6to grado en la Escuela Teotiste de Gallegos, tenía compañeros de estudio, me acuerdo de una compañera que se llamaba Tirsa, también que tenía una maestra que se llamaba Yolanda y otra que se llamaba Eva Márquez. Cuando era pequeña yo me acuerdo que vivía en Las Adjuntas con mi abuela Pastora y mi tía Carmelina, que en paz descansen. Jugaba con muñecas, era lo que más me gustaba, yo me crie en Las Adjuntas, comíamos espaguetis con caraotas y a mí me gustaban. De niña quería estudiar y me hubiese gustado ser enfermera. Me acuerdo que cuando me enfermaba, me atendían, me cuidaban y me alimentaban bien, mi abuela pastora, mi tía Carmelina, una prima que se llama Pastora me daba mi almuerzo a la hora y mi mamá que me hacía arepas fritas, a mí me gustan mucho las arepas fritas con queso y con todo”.

            Cuenta de su familia. “Las enseñanzas de mi mamá son buenas, ella siempre me dice que no me confíe de todo el mundo, ella se angustia mucho, se quiere mudar yo quisiera que fuera a una casa de patio y frente. Me gusta de ella que se para de madrugada a orar y a buscar la presencia de Dios. También que le gusta hacer café. Creo que a veces se olvida de que todos somos unos viejos ya y piensa que todavía somos niños chiquitos, ya sabes que las madres atienden con amor, a veces peleamos pero ella siempre nos quiere en las buenas y en las malas. Mis hermanos me tratan bien, a veces peleamos pero yo los quiero mucho y oro por ellos para que Dios que los conoce más que yo los ayude en todo. Me acuerdo que mis hermanos me enseñaron a salir sola, a montarme en la camioneta, a saber dónde me tenía que subir y dónde me tenía que bajar. Mis sobrinos son tremendos, echadores de broma, a veces se portan bien y a veces se portan mal (risas). Los quiero mucho a toda mi familia y le pido a Dios que los bendiga”.

            Margara es cristiana evangélica desde pequeña y lo relata con amor. “Me acuerdo el día que acepté a Jesús en mi corazón fue un 10 de abril de 1978, ese fue el año y la fecha que llegue al evangelio, tenía 11 años, yo me acuerdo que en ese entonces había sociedad de niños, de jóvenes, de damas y de obreros, se celebraban los aniversarios de la iglesia, se visitaban otras iglesias de aquí de Caracas. Se hacían cultos de barrio y paseos. Me gustaba mucho ese tiempo. Entre los 12 y los 13 años estuve enferma, me hospitalizaron en San Bernardino, me dio fiebre y dolores en todo el cuerpo, pero Dios me sanó. En la iglesia oraban por mí, una hermana, llamada Ana Chacón oró por mí y Dios hizo el milagro”. Parece recordar con añoranza los viejos tiempos. “Antes todo era diferente. Antes los diciembres eran chéveres, se estrenaba siempre, América me compraba los estrenos y Roberto los pagaba. Me acuerdo también que las cosas eran diferentes en Venezuela, cuando eso existía Radio Caracas Televisión yo veía Radio Rochela, ¿Cuánto vale el show? Con el fantástico y también veía Bienvenidos en Venevisión”.      

            Rememora anécdotas de sus viajes a diferentes lugares. “Una vez tuvimos un paseo al estado Aragua, a Valle Morín, la hermana Jovita me tiró al río, haciéndome creer que iba a pescar me llevó a la orilla, así fue que después me empujó para que yo me bañara, porque yo soy miedosa, me da miedo lo hondo, el río y la playa. Una vez fui a la playa en La Guaira con América, me quedé puro en la orilla pero no tan cerca para que el agua me salpicara solamente. Me acuerdo cuando viajaba con la iglesia El Buen Samaritano a los congresos, conocí Mérida y otros lugares. Me bauticé un 18 de marzo de 1984 en Guarenas, estado Miranda, me bautizó el pastor Rafael Gil y su esposa Delia de Gil era la que me daba las clases de catecúmenos. Me acuerdo una vez que viajé con mi tía Argimira para un matrimonio que ella me invitó en Maturín, estado Monagas, también conocí su casa en Valencia, estado Carabobo. Recuerdo un congreso de jóvenes allá en Valencia. También fui a Santa Rita cuando América y Carlos pastoreaban allí. Me acuerdo que en 1990 viví con mi mamá en Charallave, era una calle llamada 19 de abril, después nos vinimos para Caracas otra vez, por qué no me acuerdo. Una vez que fui a visitar a Daniel cuando estaba en el cuartel, me acuerdo cuando visitábamos a Papito también. Siempre viajaba con Carlos y América, una vez fuimos a Calabozo, estado Guárico, hacía mucho calor y había muchos zancudos. Cuando los visitaba en Mérida era chévere, una vez fuimos al zoológico de Los Chorros de Milla. Otro viaje fue a Oriente a un congreso de la iglesia, todo eso fue hace tiempo. Antes se viajaba mucho con la iglesia El Buen Samaritano”.

            Vive con agradecimiento y esperanza en el porvenir. “Le doy gracias a Dios que primeramente él me ha cuidado, me ha librado de trampas del diablo y de la gente. A veces los humanos somos malos, el único bueno es Dios, por eso hay que poner la mirada en Dios, es en quien se puede confiar más. Él sabe de qué cosa tenemos necesidad antes que se lo pidamos. La biblia dice que venzas con el bien el mal. Por ejemplo si hice una buena acción, o si le hice un favor a alguien me gustaría que me recordaran por eso, a veces uno hace un favor y le gente no lo ve bien pero Dios nos manda a no pagar mal por mal, sino a hacer el bien. Para uno vivir feliz es importante tener la paz de Dios, reconocer a Cristo como tu salvador y pedirle a él que nos cuide y nos proteja, que nuestro nombre no sea borrado del libro de la vida. Para mi futuro deseo seguir adelante con Dios hasta que su hijo nos venga a buscar y estar siempre preparados, porque el día en que él venga está cerca. Pronto voy a cumplir 54 años solo Dios sabe los que vienen, los que me faltan y hasta cuantos años llegaré, dígame ahorita que dicen tantas cosas que unas las creo y otras no, pero siempre confío en Dios y en su palabra, creo en todo lo que viene de él. Cuando uno espera en Dios, de él vienen solo cosas buenas por eso siempre hay que saber esperar en  él, le doy gracias a Dios por la vida y la salud”.  

            Mi tía Margarita, pienso en ella y de inmediato vienen a mi mente esas florecitas blancas de centro amarillo, parecen sencillas pero son realmente hermosas. Las margaritas son símbolo de alegría, sencillez e inocencia, también de amistad, por último, pero no menos importante, significan amor puro y así es ella, inocente, sabe ser buena amiga y da amor constantemente muy a su manera. A mí me consiente y me habla como si yo fuese una niña todavía, al mismo tiempo es capaz de transformarse en niña ella para hacerse querer y consentir. Todavía trata de hacerme cosquillas y me viene con aquel jueguito gracioso aquí no se come carne, aquí no y a aquí sí y ahí es cuando me hace cosquillas. A  veces cuando la veo y le digo: Margarita ¡Mi amor! ¿Cómo estás? no me da chance y me interrumpe, me dice pídame la bendición, yo se la pido rápidamente con todo amor, la veo como esa tía que me deja ser su tía a mí de vez en cuando. Muchas veces vivió con nosotros y siempre que va a la casa nos ayuda. Es cristiana y le gusta mucho congregarse, siempre está arregladita para irse a la iglesia. Le gusta caminar bastante, va y viene, tiene siempre energía vital. A veces gente que no la conoce o que no la entiende no la sabe tratar, eso me causa tristeza o enojo. Sigo tratando de entender que cada quien es como y lamentablemente uno no puede controlar eso, procuro siempre darle yo misma el mejor trato posible, con amor y respeto. Ser diferente es lo común y con Margara lo vengo aprendiendo desde niña. Es una bendición en nuestras vidas y no tengo duda que Dios la ve con ojos de amor y bondad, por eso la encomiendo en sus manos y le pido que siempre la cuide y la bendiga. Tía bonita, mi Margarita, te amo con todo mi corazón.

1 comentario en “Doris Margarita: la biblia dice que venzas con el bien el mal”

  1. Cada día vemos y leemos a gente que parece común pero que es extraordinaria. Gracias a Dios que nos hizo tan diversos y gracias a ti Roys que dedicas tu tiempo con mucha paciencia para hablar y mostrarnos a esa gente extraordinaria. ¡Dios te bendiga!

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