
Bladimiro José es un hombre
valeroso, hábil y esforzado. Desconoce el motivo por el cual su madre lo
bautizó Bladimiro, pero se identifica con ese nombre de origen galés, cuyo
significado es príncipe de la paz. Recuerda además que entre sus vecinos tenía
varios tocayos, tal vez era un nombre popular en ese entonces. Nace un 23 de
junio de 1955, en la casa de sus padres, en la Av. El Milagro con Av. Padilla
cerca del puente O´leary, de su amado Maracaibo. Cuando eso las parteras
atendían el alumbramiento, la que asistió a su madre ese día la llamaban Mamá
Me. Crece en un hogar de 10 hijos de su papá y su mamá, más tres hermanos de
madre y 2 por el padre, que tuvieron cada uno aparte, antes de concretar su
unión. Por todo, 15 muchachos los que conformaban la gran familia de Flora
Auxiliadora y Elías José, quien le hereda el segundo nombre. Le gusta obsequiar,
parece una piñata, siempre regalando caramelos por aquí y por allá, endulzándole
la vida a quien tiene cerca.
No
tiene color preferido. “Me gustan todos los colores. Para vestirme siempre me
ha gustado el negro, el verde y el marrón. Pero igual puedo usar cualquier
color con tal que me agrade la ropa.” ¿Cuál es tu comida favorita? “A los
maracuchos nos gusta mucho el plátano, la arepa, el sancocho y el mondongo. Yo
tengo días pensando hacer un mondongo.” Un par de días después me contó que lo
hizo. ¡Que sabroso! No tiene número predilecto pero cuando jugaba
lotería le gustaba el 96. “Me acuerdo que me saqué un triple una vez con el
596.” ¿Frío o calor? “Prefiero el calor, vos sabéis que soy de Maracaibo. ¡Toy
acostumbrao´! Con calor te metéis en un aire acondicionado y listo. ¿Pero con
el frío qué?” Le gusta ver el noticiero y deportes, mira boxeo y combates de
artes marciales mixtas. Le gustan las Águilas del Zulia y ahora alienta al
River Plate, pero no es demasiado fanático. No es de ver muchas películas, pero
le gustan las de acción. “No soy de ver dibujitos pero la última vez que fui al
cine, salí llorando con Coco.”
Su
niñez fue muy tranquila y hermosa, jugaba metra, trompo y a volar petacas o
volantín como le decía su papá a los papagayos. “Jugábamos al escondío, a la
guerra, competíamos corriendo, a veces hacíamos un partido con pelota de goma
en la carretera.” Apenas estaban empezando a construir la urbanización La Paz, ahí
se mudan cuando tenía 5 años y vivió toda su vida hasta que se casó. Eso fue en
diciembre del 61, su familia y él son fundadores de ese sector. “Cuando
ingresamos estaban más que todo los terrenos, se fueron llenando con aquellas
construcciones particulares hechas por los mismos vecinos. Vivíamos en una casa
de 4 cuartos, sala, comedor y cocina, todo era grande.”
Recuerda
disfrutar mucho el jugar con sus vecinos. “Jugábamos partido liberal, consistía
en dos bandos, había que elegir un lugar, una esquina o un poste vamos a
suponer y un equipo se encargaba de perseguir al otro y meterlo como preso.
Ponte que éramos 20 muchachos, entonces 10 se escondían y los otros 10 buscándolos.
Para no perder teníais que salir corriendo a tocar el poste y gritar partido,
si no nos agarraban a todos, no se terminaba. A veces pasábamos toda la noche en
eso. También jugaba trompo entero, hacíamos piques, el que picara más cerca de
un punto ganaba. Uno ponía las normas, vamos a jugar desde aquí hasta allá,
como unos 50 metros, ida y vuelta. Generalmente se hacía un círculo y había que
meter el trompo, después tenía que sacar el otro trompo y una puita, que se
quedará bailando, recoger y tirarlo para que le llegara al otro trompo también.
A mis trompos, les limaba la punta, se las ponía finitas y mis trompos bailaban
mucho, cuando el trompo está livianito se decía está sedito, como una seda pues.”
“Nos
divertíamos con pelota de goma o de
trapo, enrollábamos un poco de telas y lo metíamos dentro de una media, lo
apretábamos y cosíamos con hilo y aguja. El bate era un palo o una tabla de
madera, así jugábamos pelota. También se jugaba ludo y damas, practicábamos
boxeo con unos guantes improvisados. Jugábamos palito, ¡Hey tremendo juego!
cogíamos cualquier pedacito de una mata o con los fósforos, cada quien agarraba
3. Vos te poníais la mano en la espalda y después la sacabas al frente, entre
los 2, 3 o 4 que jugaban tenías que adivinar cuantos palitos habían en total y
cada quien podía traer máximo 3 o ninguno. Era difícil adivinar cuando
jugábamos muchos. Esos tiempos la vida era ir al colegio y jugar. ¡Esos días no
vuelven muchacha! La televisión era en blanco y negro, veíamos el llanero
solitario, Superman, estaba el gato Felix. El primer programa a color en
Venezuela fue en 1972 por Radio Caracas Televisión. Después Carlos Andrés
prohibió las transmisiones a color, porque no todo el mundo tenía para verlas
así, no fue legal sino hasta 1980.” Así reseña su infancia.
En
el 63 ingresa a la Escuela Carmen Adela Pirela. Ahí empieza a estudiar primer
grado junto con dos de sus hermanas. “Yo estudié primaria con Alba y
Rosa. Nos inscribieron juntos pero había varias secciones Alba la más pequeña
estaba en la “A” y Rosa y yo que éramos más grandes en la “D”. Con Rosa estudié hasta 3er año. Alba y Rosa se
graduaron de docentes.” En el 69 sale de 6to grado, ese año pasó lo que cataloga
como la mayor hazaña de la humanidad hasta ahora: la llegada del hombre a la
luna. “En aquella época se presentaba un examen final para aprobar 6to grado y podías
escoger un tema libre, yo a lo que vi el que el hombre llegó a la luna dije
aquí está mi tema. Cogí un papel y escribí quienes fueron, el día que fueron y
dibujé dos circunferencias como la luna y la tierra, la luna más chiquita y la
tierra más grandecita. Lo hice porque me pareció un tema fácil y actualizado. Me fue fino, no saqué 20
pero si salí muy bien. Yo siempre tenía buenas notas.”
Del
69 al 72 hace el ciclo básico común que eran 3 años, y del 72 al 75 el ciclo
diversificado. “Demoré un año más, eso fue cuando Caldera cambió la modalidad
de estudio, yo iba para la técnica porque quería trabajar rápido, pero ya no
tenía la opción de salir de perito, sino de bachiller industrial. Yo iba a
estudiar química, pero mamá no consiguió cupo y me inscribió en máquinas y
herramientas. Fuimos la primera promoción de Bachilleres Industriales del Ciclo
Diversificado Anselmo Belloso. Cuando salí comencé a buscar trabajo por ahí
mientras entraba a la universidad, ingresé pero solo hice los estudios básicos.
Entré por Administración y después me cambié a Economía. Luego yo me quería
casar porque ya teníamos 5 años de novios Pache y yo, me puse a trabajar en una
fábrica de cementos, Vencemos Mara se llamaba, estuve en el área de relaciones
industriales como auxiliar y me enfoqué en laborar y en mi matrimonio y mi
familia.”
Se
casa con María Elena en el 78, un 15 de julio. Fruto de ese amor nacen Karina,
Kenny y Kriss, sus hermosas y amadas hijas. “Siempre estábamos juntos, cuando
yo trabajaba viajando, que era despachador de la fábrica de vainilla, ella iba conmigo.
En ese tiempo siempre salíamos, íbamos a muchas fiestas, si las niñas se
dormían las llevábamos a algún cuarto, más que todo eran fiestas familiares,
cuando todo se acababa regresábamos juntos a la casa, cada uno con una muchacha
al hombro. Viajábamos mucho a la playa, a Mérida, a San Cristóbal. Vivimos
muchas cosas bonitas juntos, con las niñas, para mi ser padre es todo, mi
esposa y mis hijas son todo, mi razón de vivir. Siempre fui familiar y
hogareño. A veces por el trabajo me tocaba quedarme fuera, pero me gustaba estar
en mi casa. Siempre trataba de pasar el mayor tiempo posible con ellas. Con la
familia de ella también compartimos mucho, su padre fue como un padre para mí. Yo
siempre traté de ser buena persona, nunca peleaba con nadie, no me gustaba,
además que era flaco y las llevaba de perder. (risas) Para mí siempre fue
importante la familia, lo que era el bautizo, la primera comunión y las
graduaciones, eran muy importante para mí siempre, pues siempre quise que las
muchachas se superaran y que fueran mejores que yo.”
Les
pido a sus hijas que me compartan recuerdos y lo que su padre significa para
ellas y a continuación resumo lo que me expresó cada una.
Karina: “Quería agradecerle por
enseñarnos lo grato de ayudar a la gente cuando más lo necesita, así no
tengamos riquezas para dar, el simple hecho de compartir el desayuno de la
lonchera con tus amigos, escucharlos y acompañarlos cuando pierden un ser querido;
por querer lo mejor para nosotros siempre, por llevarme a las clases de música
o de danza, por buscar todos mis bastidores para hacer cuadros no profesionales
que hacían felices a la gente, así no haya desarrollado ninguna de las tres
actividades que tanto me gustaban, para graduarme y terminar mi carrera, por
sentirse orgulloso de mí, así yo no me vea como él me ve. De verdad es
admirable la forma en que ve la vida, lo optimista y las ganas que tiene de
vivir día a día, levantarse de buen humor, cantar y estar alegre, sin importar
si las circunstancia no son tan buenas y disfrutar de las pequeñas cosas.
Quienes lo conocen, disfrutan de sus historias, les gusta que toque ese cuatro
que ama, cante gaita y hasta tango. Fue muy estricto conmigo y hoy lo agradezco
porque me permitió ser la persona que soy, tiene gestos muy divertidos y
siempre está pendiente de tener detalles con las personas para agradarlas y
verlas felices, sentimiento que entiendo perfectamente porque sé lo que se
siente cuando tenemos pequeños detalles con otros. Mi padre es una gran cálido
y con un gran corazón, que bueno que la vida le permite conocer personas que lo
valoran y lo quieren como si fueran uno más de nuestra familia. Simplemente
gracias Dios porque lo trajiste hasta aquí, y nos permites disfrutar de su
ayuda, amor y compañía. ¡Pa´te queremos y te mereces ser muy feliz y sentirte
querido!”
Kenny: “Papi desde la distancias
primero que todo te pido la bendición y te saludo con mucho cariño. Hablar de
mis recuerdos de niña es un poco difícil, soy olvidadiza pero hay algunos que siempre pasan por mi
mente; como los viajes a la playa con los abuelos, tu protección permanente
cuando jugábamos con la bici o corriendo y no te gustaba que se nos marcarán
las piernas porque éramos niñas. Nunca olvido que me encantaba la sopita Maggi que preparabas cuando vivíamos en el apartamento pero te
tardabas mucho porque las papas y las zanahorias tenían que ser cubos casi
perfectos, pero bueno el resultado era la mejor parte. Algo cómico que sucedió
un día de reyes fue que tocaron con fuerza la reja del frente y cuando salimos
Kari y yo estaban los regalos en la
puerta, pero también estaban las pisadas de tus chanclas que olvidaste
quitártelas y allí supe que tú eras los reyes magos. Ya de grande fui un poco
rebelde y altanera, ¡Discúlpame! a pesar de eso me sentía tu consentida,
siempre estabas allí en las buenas y en
las malas. ¿Recuerdas cuando comencé a manejar
que me ponía brava si no me prestabas el carro? Terminabas dándome la llave con tu humildad
siempre a flor de piel. ¿Sabes? No te abracé y te dije que te amaba tantas
veces cuando lo pude hacer y ahora me pesa. No pierdo las esperanzas de que nos
volvamos a ver y te besaré, te abrazaré tan fuerte y tantas veces que si nos
tuviéramos que separar de nuevo no podrás quitarte la sensación porque va a
quedarte como un tatuaje imborrable. ¡Te extraño un montón pero te amo mucho
más! Cuídate y quiero que sepas que eres el mejor papá del mundo mundial ahora
y por siempre.
Kriss: “Creo que tengo muchos
recuerdos porque estuve mucho tiempo solita con ellos cuando ya mis hermanas se
habían ido. No sé por qué pero cada vez que me preguntan que recuerdo de cuando
estaba chiquita, los primero que me viene a la cabeza, es que unos días antes
del cumpleaños de mi mamá, cerca de Halloween, fuimos a comprar unas frutas y
yo quería que me compraran una calabaza y lloraba, y bueno mi papá se puso a
hacer una conmigo y me acuerdo que hicimos una cabeza con la calabaza y la puso
en un bombillo. Eso fue algo que me marcó, para mí mi papá era un héroe. Me
gustaba mucho salir a jugar con los niños que vivían cerca, pero a nosotros nos
tenían horarios y días específicos para hacerlo, mi papá nos cuidaba mucho y yo
a veces me portaba mal, jugaba, brincaba y no estaba tranquila dentro de la
casa. De un lado de la casa la cerca era bajita, me subí ahí para ver la calle
del otro lado, donde estaban practicando un baile para unos 15 años, pero me he
caído y me he raspado toda la pierna. Me ardía muchísimo y lloraba sin que me
escucharan, no quería que mi mamá lo notara porque me iba a regañar. Mi papá se
dio cuenta y en vez de regañarme, me puso unos cristales de sábila para que se
me curara y mi mamá nunca se dio cuenta. Yo era muy manipuladora lo confieso,
si no me dejaban salir, me ponía a mirar a los otros niños con cara de lástima,
hasta que mi papá me dejaba salir un ratito. Era duro pero también muy
consentidor. Yo era cariñosa pero también era muy difícil, no teníamos tanta
comunicación y una vez me escribió una carta bien linda, todavía la tengo
guardada, donde expresaba todo lo que sentía por mí y porque era tan duro
conmigo a veces.” Y así, muchas cosas que recuerda de su amado padre.
A todas les agradezco abrirme el corazón y colaborarme
con su expresión de amor en la construcción de esta historia.
Bladimiro
me confiesa su gusto por los niños y que ha compartido toda su vida con ellos. “Cuando
yo me mudé, ya casado, les hicimos un parque a los niños en la parte de atrás
del conjunto residencial. En ese tiempo, yo agarraba los paquetes de sopa Maggi
y me ponía a cocinar, le ponía papas y zanahorias, a veces le echaba pollo o
huevo y me llevaba todos esos muchachos a comer. Tengo un sobrino que se llama
Mario Luis yo lo crie desde chiquito, era un bebé, lo cuidé como hasta los 14
años, esa es la edad más difícil, entre el trabajo y el tiempo que se requiere
volvió a vivir con su madre, mi cuñada. También tengo mucho amor por Evelyn
Carolina, es la hija de un primo de mi esposa, pero se crio en la casa, Kenny
es como si fuera su madre. Ahora viven cerca en Colombia. Por ella
prácticamente ya soy bisabuelo, la bebé se llama Aiskel Saory, es muy linda. Es
compañerita de vida mía, ella quedó conmigo en la casa cuando se me fue Pache.”
Ama
la música y siempre está presente en su vida. “Me gusta todo tipo de música,
pero yo fui gaitero, me encanta la gaita, en diciembre y todo el año. También
me gusta la salsa y la guaracha, Ahora algo más moderno, me disfruto la balada.
Hay un cantante excepcional para mí y es Alejandro Sanz, su música no es fácil de
tocar, es como a destiempo pero lo hace adrede y a mí me gusta mucho. También
me gusta Vocal Song, no usan instrumentos, te hacen un concierto puro a voces.
Una vez fuimos a verlos a Bellas Artes, esas entradas nos las regalaron los
muchachos, las compraron y nos las mandaron, ¡Que molleja de barbaros que
son! ¡Hay que verlos en vivo para que
apreciéis lo que son!” relata.
“Nosotros
teníamos un conjunto en la casa, papá nos hizo los furros, las tamboras, las
charrascas, las maracas y un güiro. Hasta me hizo un cuatro a mí, yo lo ayudé,
al principio no hallaba que hacer, lo hice redondo arriba y más finito donde
van las cuerdas. ¡Quedó perfecto! El aprendió con Ángel Felipe Gil, su tío,
quien hacía cuatros de conciertos a mano. Imagínate yo estaba chiquitico y un cuatro costaba 400
Bs. cuando el dólar valía de 3 a 4 Bs. Era caro en ese entonces. Mi tío siempre
andaba vestido de blanco con liquilique, rifaba un cuatro una vez al mes y vendía
100 números. Le enseñó a mi papá que el secreto para hacer un buen cuatro va en
las medidas que lleva, les dio las medidas exactas pues” narra.
“Cuando
salí de 6to grado yo tuve un amigo que se fue a estudiar música en el
conservatorio, pero entonces yo no sabía
que eso se podía estudiar ni tampoco que era gratis, me habría gustado estudiar
música. Empecé a tocar gaitas a los 8 años con mis hermanos. Ricardo Aguirre el
monumental y su hermano Renato Aguirre son mis primos. Tocaba la tambora y mi
hermano el cuatro, yo toco el cuatro por oído, aprendí con mi hermano. La gente
dice que los músicos buenos son los de oído. Bueno me encontré a ese amigo
después de adulto, aunque vivía cerca no nos vimos más, cada uno agarró su
vida. A él lo apodaban El Jimi, por el guitarrista Jimi Hendrix, tocaba muy
bien la guitarra y me enseñó a tocar el bajo, era un bárbaro tocando. Resulta
que le presté mi cuatro y él se lo
prestó a su hermano, sin saber que lo iba a ajustar y ponerlo electrónico. Cuando
voy a ensayar con el conjunto, inocente de todo, encuentro que había modificado
el cuatro y lo puso finito, hasta de rojo lo pintó. Yo a lo que lo veo dije ese
es mi cuatro, no me gustó. Eso fue un 18 de octubre, siempre me acuerdo porque era
el cuatro que me hizo papál, tenía mucho valor para mí y me dio rabia que le
hiciera eso” señala.
Colecciona
revistas. “Tengo muchas de las que viene los domingos con el periódico La
Nación. Eso lo hago aquí, en Venezuela no tenía tiempo para eso, siempre
trabajé mucho. Me la pasaba en carretera, había dos camiones en la empresa y
los dos los manejaba yo, imagínate. Siempre arrancaba a las 4 de la madrugada.
Iba a Barquisimeto, Coro, Trujillo, El
Vigía, Barquisimeto, Los Llanos y muchos lugares de la zona centro occidental.
Lo más lejos que llegaba era hasta Maracay, nunca me quería meter para Caracas,
eso era pasar 3 días en cola.” Una vez trabajó en la Polar. “La mejor empresa
que he trabajado, en remuneración y beneficios, te pagaban 80 días de
vacaciones, nadie tenía eso y uno se iba 21 días. Cuando te ibas de vacaciones
te depositaban la primera parte y cuando ya ibas a volver te depositaban lo
demás, así que uno regresaba con plata. Había planes vacacionales para las
muchachas. Era tan bueno estar ahí, excepto por las guardias rotativas, yo era obrero
calificado y trabajaba en la elaboración de cervezas.”
Siempre
se le ha medido al trabajo, resuelto y emprendedor, ha sido versátil y
multifacético. “Yo fui muy impulsivo, si no me gustaba una cosa
en un trabajo, yo les decía toma mi carta de renuncia y me voy. No me agradaba
que le hicieran mal a los compañeros. Trabajé en Pepsi-Cola dos veces, en la
Cervecería Modelo de la Polar y en Capap. Un diciembre hasta trabajé con mi
cuñado vendiendo zapatos en el mercado
de Las Pulgas. Mi cuñado me dijo tengo
por ahí unos huesos, yo te los puedo dejar baratos a vos, vos lo vendéis como
queráis. ¡Mirá hice el diciembre con eso! llegaban los guajiros a comprarle ese
poco de zapatos para ese poco de niñitos. Me fue muy bien.” El último trabajo
que tuvo antes de emigrar fue como representante de ventas de medicina natural
y al mismo tiempo laboraba en una fábrica de insumos de repostería. “Cuando me
vine les dije, yo no sé si regrese.”
Su
esposa fallece en octubre de 2016, se quedó trabajando en Venezuela en el 2017,
a finales de ese año emigra a Argentina, llega un 30 de diciembre. “Cuando ella
se fue se me acabó todo, se me acabó la vida. Éramos inseparables. Yo seguí
trabajando pero me pegó mucho. Casi siempre sueño con ella. Ella nació un 30 de
octubre y falleció un 29 de octubre, yo digo que hay algo como místico allí. Yo
creo que no a muchas personas le pasa eso, morir justo un día antes de su
cumpleaños, para mi cerró el ciclo perfecto de la vida, es como si terminó
justo donde empezó.”
¿Lloras
con facilidad? “Chica yo era muy difícil para llorar antes, yo toda la vida fui
un tipo fuerte, no era de llorar ni nada de esas cosas, pero últimamente no sé si
serán los años, pero de todo lloro. Después de que se me fue Pache todo me
conmueve, ver un niño o algo bonito. Toda la vida me encantaron los niños, los
míos y los de la calle también.” ¿Qué te da alegría en la vida? “Yo no es que
soy feliz, yo trato de ser feliz, para mí la felicidad plena no existe, existen
ratos felices y uno debe procurarlos. Yo encuentro felicidad en la música. También
me gusta la pintura pero nunca pinté, si hice dibujos. Recuerdo una semana
santa que yo estaba muchacho, me costaba mucho dibujar, pero esa vez dibujé a
Jesucristo y me salió tan natural parecía que te estaba mirando. ¡Quedó
espectacular! Hasta ese momento me costaba mucho hacer un rostro. No supe donde
quedó ese dibujo.”
¿Tienes
algún pendiente con la vida? “Yo nunca estoy conforme del todo, hay cosas que
habría querido, como haberme graduado de técnico, ir a la universidad o
estudiar música pero no lo hice. Siempre hay algo que te queda pendiente en la
vida. Sabéis que el año que se enfermó mi esposa en 2016, mi meta era dedicarme
a compartir más con ella y a viajar y no la pude cumplir. Se me cayeron los
planes, yo nunca pensé que ella moriría primero que yo, en mi disco duro yo
tenía grabado que iba a morir primero que ella. La felicidad se me acabó desde
que me murió Pache. En verdad me habría gustado que viajáramos y pasearemos
más, aunque cuando íbamos a una fiesta era bailar hasta que amaneciera. Un
traguito y a seguir bailando. A mí me gustaba mucho bailar. Viajábamos pero era
por trabajo. Siempre me parece que me faltó disfrutar con ella. Pero agradezco
que tuvimos una vida buena estoy conforme con lo que vivimos.”
Para
él la paz es estar en comunión con Cristo y consigo mismo. “Cuando viajaba me
fascinaba la naturaleza, a veces me paraba por ahí a ver los paisajes, contemplarlos
me da paz. A veces me gusta estar solo con mis pensamientos y meditar. Te diría
que hay momentos que disfruto la soledad, alejarme de todo y estar conmigo
mismo.” Se considera honesto trabajador, nunca trató de hacerle mal a nadie,
trató bien a todo el que conoció y así le gustaría ser recordado. “Con que
digan eso de mí, es bastante” sentencia.
Actualmente lleva una vida tranquila, sigue trabajando pues le gusta ser productivo y mantiene sus recuerdos de amor. “Me acuesto tarde viendo la UFC, me despierto a las 8 generalmente y me quedo acostado un rato. Después desayuno un café con leche o algo sencillo. A mí en Argentina me ha ido muy bien, excelente todo. ¡Yo le doy gracias a Dios! He sido operado dos veces, en el hospital me han tratado demasiado bien. Lo que más me gusta es la gente, no son como nosotros, pero son muy respetuosos, se me da muy bien hablar con ellos. Creo que en general nos han dado buena acogida a los venezolanos acá. Extraño mucho mi terruño, a la vez como ya no está Pache es como que lo dejo pasar, pero a veces yo recorro en mi mente las calles de donde viví y me recuerdo de gente que conocí. Me imagino que voy, me acuerdo de fulano y visualizo las casas que había, como si caminara y me cruzara con todo lo que dejé allá otra vez.
Bladi es mi compañero de trabajo hace año y
medio ya, hoy puedo decir que es mi amigo, un hombre a quien admiro y respeto. Explicativo
y detallista, empieza contando una historia y te cuenta otra para que entiendas
esa, en eso nos parecemos. Siempre hablamos bastante y a veces no sé quién de
los dos habla más (risas). En estos días hemos fortalecido el afecto, participó
en mi taller de escritura y me acerqué todavía más a su faceta familiar. Narra
orgulloso a sus hijas, en eso me recuerda a mi papá. Me había hablado acerca de
Pache antes, pero confieso que en esta charla cuando me contó su pérdida, me
conmovió hasta las lágrimas, traté que no lo notara porque no quería agobiarlo
más. Igualmente le dejé conocer mi tristeza pero también le manifesté mi
alegría por saber que encontró ese tipo de amor tan grande y tan bonito en su
vida. Hemos trabajado, paseado y “cafeceado” un verbo que podríamos acuñar,
porque su horario culmina más temprano y un Nescafé para aliviar el letargo de
la tarde no nos puede faltar. Va y festeja con nosotras, le gusta hablar,
bailar, cantar, compartir y nos contagia con su espíritu jovial. Yo lo aprecio
inmensamente y le agradezco el tiempo, la charla y por ser mi pana. ¡Es un gusto
amigo querido coincidir contigo en este tramo y en este lugar!
No hay nada mejor en la vida que tener un bebé en tus brazos y sentir la ternura, una buena compañera de vida y la familia. Gracias padre todopoderoso por todo cuanto me has dado en la vida. Bv.
Lo dije y lo confirmo sin mucho que agregar; mi papá es mi héroe
¡Que bonito! Gracias por leernos
No hay mas nada que decir….. Ese es mi papá!! TAM papi… y te doy gracias Roys por este lindo detalle, un abrazo grande como dicen aquí.
Otro abrazo para ti y gracias por leernos
Es una bella historia. Y el amor verdadero es así, me hizo recordar a mis padres.
Una belleza. ¡Gracias por tu lectura!
Excelente ser humano, lo quiero y lo extraño un montón , que Dios te bendiga siempre !! Un abrazo en la distancia !